martes, 14 de junio de 2011

El agua como fuente de vida

El agua es un recurso natural renovable que químicamente está compuesta por dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno.Nuestro planeta esta compuesto mayormente por agua, del cual el 98% es agua salada  y el 2% es agua dulce.

Necesidades diarias de agua:
El agua es imprescindible para el organismo. Por ello las pérdidas que se producen al orinar, las heces, el sudor y através de los pulmones o la piel, han de recuperarse mediante el agua que bebemos y gracias a quella contenida en bebidas y alimentos. 

Es muy importante consumir una cantidad suficiente de agua cada día para el correcto funcionamiento de los procesos de asimilación, y sobre todo, para los de eliminación de residuos del metabolismo celular. Necesitamos unos tres litros de agua al día como mínimo, de los que la mitad aproximadamente los obtenemos de los alimentos y la otra mitad debemos conseguirlos bebiendo.
Por supuesto en las siguientes situaciones ésta cantidad debe incrementarse:
Al practicar ejercicio físico.
Cuando la temperatura ambiente es elevada. Cuando tenemos fiebre.
Cuando tenemos diarrea
En situaciones normales nunca existe el peligro de tomar más agua de la cuenta ya que la ingesta excesiva de agua no se acumula, sino que se elimina.
Recomendaciones sobre el consumo de agua
Si consumimos agua en grandes cantidades durante o después de las comidas, disminuimos el grado de acidez en el estómago al diluir los jugos gástricos. Esto puede provocar que los enzimas que requieren un determinado grado de acidez para actuar queden inactivos y la digestión se ralentize. Los enzimas que no dejan de actuar por el descenso de la acidez, pierden eficacia al quedar diluidos. Si las bebidas que tomamos con las comidas están frías, la temperatura del estómago disminuye y la digestión se ralentiza aún más.
Como norma general, debemos beber en los intervalos entre comidas, entre dos horas después de comer y media hora antes de la siguiente comida. Está especialmente recomendado beber uno o dos vasos de agua nada más al alevantarse. Así conseguimos una mejor hidratación y activamos los mecanismos de limpieza del organismo. 
En la mayoría de las poblaciones es preferible consumir mineral, o de un manantial o fuente de confianza, al agua del grifo. Por tal motivo se hace necesario racionar el agua, la cual nos permite tener una meejor calidad de vida.